¿Anhelando un clima más cálido en esta época del año? Un viaje a una bodega de la costa oeste podría ser la cura perfecta para tu fiebre de cabaña. Debido a que las bodegas suelen tener menor asistencia durante los meses de invierno, evitarás las multitudes y disfrutarás de una experiencia más personal mientras dejas atrás la tristeza invernal. Desde bodegas estilo castillo hasta picnics de vino en jardines de valles, cada una de estas bodegas ofrece algo único para calentarte y distraerte del invierno hasta la primavera.
La Bodega Hess
Escondida en la cima del Monte Veeder se encuentra una de las joyas ocultas del Valle de Napa: La bodega Hess Collection. Fundada en los años 70, esta bodega de piedra es uno de los viñedos más antiguos de la región, con cinco generaciones de miembros de la familia que han continuado el legado de vino y arte de La Colección Hess. La experiencia que rodea a La Colección Hess es completamente exclusiva: degustarás vinos que solo se pueden probar en la bodega, y disfrutarás de 1,300 pies cuadrados de instalaciones de arte. Mientras visitas el viñedo en la montaña, los huéspedes pueden participar en excursiones en ATV, paseos por museos, explorar maridajes de chocolate y vino, y más.
Castello di Amorosa
Castello di Amorosa se traduce como “castillo del amor”, ¡y no podría ser un nombre más apropiado para nuestra próxima recomendación! Este castillo de estilo toscano es el proyecto de pasión del vinicultor de cuarta generación Daio Sattui, y un testimonio de su herencia italiana. Para él, la autenticidad es todo, y este mantra brilla a través de la arquitectura de su castillo del siglo XIII en el Valle de Napa. La atención al detalle en el diseño de Sattui es tan exquisita, que la bodega se utiliza a menudo como un lugar para sets y conciertos (incluida la temporada 10 de The Bachelor). Aquí, los huéspedes pueden recorrer el castillo de 121,000 pies cuadrados mientras degustan vinos premium exclusivos para los visitantes de la bodega, incluyendo una cata de barricas.
Bodega St. Francis
La primera vez que el Valle de Sonoma vio Merlot fue en 1971 cuando el vinicultor Joe Martin plantó por primera vez 60 acres en el viñedo de St. Francis. Más de cuatro décadas después, Bodega St. Francis es famosa por sus premiados maridajes de vino y comida, y con buena razón. Dentro de su elegante comedor, un equipo de talentosos artistas culinarios selecciona a mano vinos premium para menús de temporada para crear una experiencia de cena de cinco platos, destacando las tradiciones agrícolas y la cultura culinaria de Sonoma. Completo con una hermosa vista del viñedo, los huéspedes pueden disfrutar de vinos de lujo y artesanales que encarnan el verdadero espíritu del Valle de Sonoma.
Bodega Riverbench
Este dúo de jardín y viñedo de Santa María es el lugar perfecto para disfrutar de un picnic de vino. Especializándose en Pinot Noir, Chardonnay y vinos espumosos, Bodega Riverbench produce uvas de alta calidad mientras mantienen altos estándares de sostenibilidad. Ubicada en el Foxen Canyon Wine Trail, los huéspedes pueden disfrutar del hermoso clima y el impresionante paisaje que rodea la bodega de estilo artesano de 1920. La ubicación geográfica única del valle, que se extiende de este a oeste en lugar de la común de norte a sur, resulta en una brisa marina fresca y el clima perfecto para que el Pinot Noir y el Chardonnay prosperen.
Viñedo Bien Nacido
Au Bon Climat obtiene sus uvas de algunos de los viñedos más reconocidos de la Costa Central, incluyendo Bien Nacido. Extendiéndose a lo largo de 900 acres, este viñedo está situado entre el océano y las montañas, lo que lo convierte en el destino perfecto para unas vacaciones de invierno. Las frescas brisas marinas ayudan a que estas uvas prosperen, ya que pueden desarrollar completamente su sabor, color y más. Los huéspedes que visitan Bien Nacido pueden disfrutar de famosos Pinot Noirs y Chardonnays mientras gozan de cálidos días soleados y frescas noches ventosas.
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